NEiL

ARMSTRONG

El primer hombre que pisó la Luna

Atodos nos gusta mirar al cielo y observar todos esos puntitos que brillan en el firmamento: las estrellas, los planetas… Seguro que más de una vez has soñado con poder viajar al espacio para descubrir cómo son en realidad.

Me llamo Neil Armstrong, y fui el primer hombre en poder cumplir ese sueño. En 1969 hice una de las expediciones más famosas y arriesgadas de todos los tiempos, y me convertí en el primer astronauta en pisar la Luna. Gracias a ello, pasé a ser un personaje muy conocido y admirado en todo el mundo. Pero, a pesar de la fama, yo nunca creí ser especial o mejor que los demás: seguí siendo la misma persona sencilla y humilde que siempre había sido.

Si también quieres explorar el espacio, acompáñame en mi viaje.

Esta es mi historia.

Nací el 5 de agosto de 1930 en Wapakoneta, un pequeño pueblo del estado de Ohio, en el noroeste de Estados Unidos. Mi padre se llamaba Stephen, y mi madre, Viola, y además de a tuvieron otros dos hijos: una niña a la que llamaron June y otro niño, mi hermano mayor, Sean.

Éramos una familia normal y corriente, como tantas otras de aquella época. Pero había una cosa que nos distinguía de los demás: el trabajo de mi padre lo obligaba a trasladarse de ciudad muy a menudo, por lo que teníamos que mudarnos cada dos por tres. Antes de cumplir los 13 años, ¡habíamos cambiado de casa diecisiete veces!

—Cariño, habrá que hacer las maletas. Nos mudamos.

—¡Pero si aún no me ha dado tiempo de sacar las cosas de las cajas!

—Lo siento, pero dentro de un mes empiezo a trabajar en otro pueblo.

—Con tanto cambio, ¡a este paso acabaremos viviendo en la Luna!